La madrugada del 10 al 11 de agosto de 1936 asesinaron de un disparo en el estómago a Blas Infante Pérez por formar parte de una candidatura andalucista y revolucionaria en los años de la II República española. Junto a Blas Infante, el fascismo asesinó a decenas de miles de personas tanto durante el golpe de estado como durante la guerra y la dictadura de la que hoy somos herederos.
Hoy, 10 de agosto de 2010, queremos rendir homenaje a todos nuestros caídos en la lucha contra el fascismo por una Andalucía más justa y soberana a través del recuerdo de la figura del que fuera reconocido como Padre de la Patria Andaluza como símbolo de los dignos motivos por los que lucharon en vida y con la viva promesa de continuar la lucha hacia la liberación de los pueblos y de la clase obrera hacia una república desde y para Andalucía.
De ahí que, hoy, en un momento de crisis aguda, recordemos cómo definió Infante a esta España como “una hacienda unificada por el derecho «divino» de los reyes” para dejar patente que, tanto entonces como en la actualidad, para una auténtica salida a la crisis económica y social que padecemos no queda otra opción política que la ruptura de este régimen unitarista que explota a los pueblos y somete a la población y donde toda posibilidad de cambio gira entorno a mantener la impunidad de los herederos del fascismo y los intereses de la clase privilegiada del golpe contra la democracia que dieron hace ya 74 años y que se esfuerzan en conservar y profundizar.
Por eso, en recuerdo de todos los asesinados por el fascismo y manteniendo la antorcha que ellos llevaron, aprovechamos este día como muestra del homenaje diario que les rendimos para reforzar nuestros ideales y avanzar en esta lucha común de toda la humanidad.
¡Viva Andalucía libre! ¡Viva la lucha de la clase obrera! ¡Venceremos!
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